5 de abril de 2008

FILOSOFANDO


Aquí os dejo un trocito sobre un artículo que hice sobre la opinión pública liberal adaptado a nuestros tiempos. Sí estais en desacuerdo ponerlo en los comentarios.

En la actualidad vivimos en una opinión pública liberal porque se cumplen unas series de requisitos que se amoldan. Y es que, el Estado interviene directamente en el espacio privado, es decir, en la vida cotidiana de las personas.

¿Por qué digo con rotundidad esta afirmación? Por una sencilla razón, nosotros como ciudadanos le damos esa potestad al poder político de muchas maneras, una y la que creo la más importante, ejerciendo nuestro derecho a voto como ciudadanos porque se le está diciendo a la clase política: decida por mí, creo en su proyecto, apruébelo durante la Legislatura en el Congreso de los Diputados.

Este recinto es donde estamos representados todos los españoles (espacio privado), y el Estado y los el resto de las formaciones políticas (espacio público) votan, realizan leyes porque nosotros lo hemos expresado así en las urnas.

Si este mecanismo no existiera, no habría opinión pública porque viviríamos en una dictadura, es la manera de expresarse del pueblo, de elegir a los políticos que nos tienen que representar en las Cortes, en el Senado, en nuestra Comunidad Autónoma o en nuestra ciudad.

Por eso es importante que no exista una barrera entre el espacio público y privado, es un compromiso que adoptan las dos partes, es decir, un contrato que gobierno y ciudadanos realizan de manera racional y lógica.

Nosotros, como españoles sabemos que hay una serie de normas, costumbres e ideas impuestas y que debemos cumplir. El Estado solo nos da unas pautas que tenemos que cumplir, ya que no vale todo, hay un límite que no hay que traspasar, sino estaríamos incumpliendo algo a lo que nos hemos comprometido.

Estas normas, costumbres e ideas las marcan las leyes que sella la Justicia Española, porque el Estado da por hecho que sabemos que mecanismos tenemos que usar; nos da plena libertad pero con una serie de limitaciones concretas que vienen establecidas en el Código Penal y Civil.

Uno de los problemas del sistema liberal es la representación real en las distintas cámaras donde están los distintos grupos parlamentarios. Esto se debe al régimen del Sistema Electoral Español porque hay partidos con menos votos pero con mayor número de diputados o senadores. Lo cual, desvirtúa la realidad ideológica española.

Este ejemplo es evidente en estas últimas elecciones generales, ya que el antiguo Partido Comunista Español (PCE) ha sido la tercera fuerza política. Y ahora mismo, por el sistema que tenemos, tiene menor presencia que los partidos nacionalistas.

De ahí que se desvirtúe la realidad parlamentaria española, en situaciones normales este partido político tendría que ser el tercero con mayor representación en el Congreso de los Diputados y en el Senado. No puede ser que un partido que se presente por 4 provincias o 3 tenga mayor número de diputados o senadores.

Otro problema de las sociedades donde predomina la opinión pública liberal es el tratamiento que hay desde los medios de comunicación a los partidos políticos, ya que se enfatiza solamente en dos partidos, lo que está dando a un bipartidismo que después se plasma tanto en las generales como en las municipales y autonómicas.

Esto es muy importante porque los medios son los intermediarios en la sociedad, y sobre todo, son creadores de opinión pública, son capaces de que el conjunto de una sociedad reaccione de una manera u otra ante un evento concreto. Aún teniendo intereses políticos y económicos para dar una noticia de una manera u otra. Esto se define como marketing mediático.

En conclusión, como dicen algunos estudiosos, los medios de comunicación son el cuarto poder porque se encargan de vigilar al Estado por sí comete alguna irregularidad, y usando su libertad de expresión lo denuncia ante la sociedad para que se haga público.