Hoy os traigo un post muy raro y lo calificaría hasta de "curioso", pero en estos dos meses que se suponían que me servirían para desconectar del trabajo hecho durante el verano, y lo que me falta hasta empezar el máster en noviembre. Lo añoro cada vez más, e incluso a las 9.30 ya estaba en mi coche dispuesto para arrancarlo e irme al "curro" en Benidorm. Si llego a presentarme en la redacción no quiero pensar las risas de mis antiguos compañeros diciéndome: "¿qué haces aquí?", y eso que desde el martes sólo pasaron dos días. En fin, está demostrado que cuanto más mayor se hace uno más gilipollas y masoca te vuelves.Lo único que me pide mi cuerpo es estres, marcha, escuchar el cabreo de los jefes o felicitaciones, ir de un lado a otro para llegar hasta las ruedas de prensa, entrevistas, presentaciones, las malditas fiestas que odiaba en ocasiones, oir el teléfono móvil y fijo cada medio minuto o cualquier otra cosa parecida.
El mundo al revés, gente deseando las vacaciones y un servidor todo lo contrario. No lo entiendo ni yo mismo, estoy sorprendido. ¿Alguien tiene alguna respuesta para este fenómeno paranormal?
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