ETA asesinó a Isaías Carrasco, ex concejal de Mondragón por el PSE. Estos etarras han conseguido su meta, asesinar, atentar en época de Elecciones Generales del Estado, con un solo objetivo, debilitar a la Democracia y al Parlamento, que es donde está representado el conjunto de la ciudadanía y se decide el futuro de nuestro país.
Por eso es obligatorio que los partidos políticos dejen de lado sus diferencias para mostrarle a ETA que están más unidos que nunca. Esta es la única manera de responder a este atentado minucioso y preparado.
No podemos seguir como en estos últimos cuatro años, en los que se ha fragmentado la sociedad con un tema tan complejo como el terrorismo. La opinión pública no lo soportaría, ya que está pidiendo a gritos que lleguen PSOE y PP a un consenso en esta materia; es una obligación moral por parte de las fuerzas políticas. Desde el lunes deben de comprometerse a no usar el terror como arma electoral.
España tiene y debe mostrar a los terroristas su madurez democrática, actuar con normalidad el 9 de Marzo, aunque muchos de ellos sean increpados e insultados por ser de un partido u otro. La libertad es el derecho más elemental del ciudadano y debe ejercerlo. No puede ceder ante el chantaje de unos asesinos que actúan de manera cobarde e inútil.
El primer paso se ha conseguido, se ha echado a los partidos políticos que apoyan a ETA de las instituciones, y ahora debe llegar el siguiente compromiso, la unión de todos rechazando este atentado. Falta lo último y lo más importante, que ocurra siempre y no tengamos que soportar debates donde se reprochan unos a otros.
Como ciudadano español siento que es una aberración lo sucedido en esta Legislatura. En ningún país nunca se ha utilizado como elemento propagandístico el terrorismo (basta con ver la reacción de los estadounidenses tras el Atentado de las Torres Gemelas), siempre ha habido entendimiento entre las fuerzas políticas, los líderes políticos están en deuda ante la opinión pública española.
Ahora es el turno de los políticos, deben mostrar su categoría como representantes de los españoles. Se trata de una obligación exigente porque depositamos nuestro futuro en ellos, y creemos en los proyectos que nos venden en su programa electoral.
La premisa es muy sencilla y obvia, actuar con liderazgo, dejar de lado la ambigüedad para aplicar de una vez por todas La Ley de Partidos Políticos, aquella que consiguió acabar con las fuerzas de ETA. Es la hora de rectificar para acabar con esta lacra que soportamos desde más de 30 años.
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