El primer día tras el viaje Alicante-Madrid nos fuimos directos a los estudios de El Intermedio sin cenar, eso sí, con los compañeros de la universidad y Sergio, en el que pudimos ver desde cerca a Beatriz Montañez, Thais y El Gran Wyoming.Aunque salí decepcionado porque para ser un programa de humor todo era forzado, artificial y ninguna improvisación. Igual que un telediario, me siento enfrente de la cámara y leo lo que pone el telepronter. Pero lo peor estaba por llegar, los regidores, quejándose de que no animábamos lo suficiente. "Perdonen pero el que manda es el espectador no ustedes, y si están en desacuerdo algo estarán haciendo mal".
Más impedimentos que percibí, la visibilidad era nula para ver a los componentes del programa en el plató, y para colmo, dando las propinas a escondidas como si estuvieran vendiendo cocaína a un drogadicto. En definitiva, kitsch.
Eso sí, vimos por adelantado el programa mientras lo ensayaban, los reportajes enlatados de Thais y la china, la broma que iba a suceder con los cámaras vestidos de conejos. Pero sí tengo que quedarme con algo en concreto es con el buen ambiente entre todos los componentes, ya que nos dijeron "que no suele ser lo más frecuente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario