Hoy como todos los días me he ido con mi abuela a tomar el café, pero me he llevado una sorpresa inesperada, me disponía a comprar tabaco de la máquina y de repente escucho: "Le quedan 20 minutos menos de vida". ¡¡Menos mal que no saque un Fortuna de 25!!.
Y lo que es peor, todos los que estaban en la cafetería mirándome, parecía que fuese un etarra o un islamista radical, que hubiese cometido un crimen y estuviera en búsqueda y captura por la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
A este paso dentro de pocos años saldrá la voz de nuestro Presidente del Gobierno afirmando: "Gracias por su consumo tolerante, este dinero se va a nuestras arcas", o a la Ministra de Sanidad de turno "Usted es memo, se mata porque le da la gana y salimos ganando nosotros".
Todo esto parece surrealista pero es real, o he debido toparme con la única máquina de toda Alicante que me reprocha ser fumador.
Menos mal que los empleados del estanco no han tomado estas medidas tan drásticas porque sería un cachondeo generalizado, ¿se lo imaginan?, yo no lo quiero pensar después de esta experiencia que acabo de vivir hace pocos minutos.
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